10.30.2011

El mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.


Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Eduardo Galeano

9.05.2011

  Vamos de viaje, te invito
vamos al precinicio
en que las yemas de los dedos
dejan de hacer sonido
y sobrevientan
nuestro espacio secreto.
 
Nicole Lafourcade

6.26.2011

Todo sigue igual



Y de pronto, tus piernas no pesan lo mismo y el suelo no cambió, pero ya te cuesta más caminar. Y en los bares en donde vos eras el que saludabas ya no hay rostros conocidos.
La calle nos miente a cada instante.
Tus vecinos ya no están, tomarte una cerveza te apuñala y la resaca te despierta con vómitos corrosivos.
Ya no existen más los vinos baratos, ni las salidas “de cabeza”, ni siquiera las plazas que solían ser tan hospitalarias.
La infancia no fue gratis, ahora de grande lo comprendí. Todo el despilfarro, lo empezamos a pagar. Y salir a tomar aire, es realmente necesario.
¿Dónde quedaron los deseos y el “yo cuando sea grande...”?

Los trenes se mueven más lentos que de costumbre y el tiempo pasa monstruosamente rápido. La lluvia te da seguridad y te acompaña en soledad.
Nos elevamos sin saber que algún día comenzaríamos a caer. Allá se quedó el mar, aquella promesa de volver, cada día está más lejos.
Amigos, amigos eran los de antes, ahora, tan solo nos quedan un puñado de verdaderos amigos y “conocidos” nos sobran. No hay espacio mental para conocer nuevas personas. Vivimos encerrados en una decepción constante.
Nos quedan un par de estrellas fugaces, algún mes de enero, quizás dos o tres empujones, alguna mirada certera al corazón, y tal vez, tal vez nos quede un atajo hacia el amor.
Y sin embargo, alguien me espera con un cálido abrazo al caer la noche. Y sé que algún día todo desaparecerá.
Jamás vuelvan a decirme que todo sigue igual.

Cristian Sena

5.05.2011

Poesía


Viendo a la gente andar, ponerse el traje,
el sombrero, la piel y la sonrisa,
comer sobre los platos dulcemente,
afanarse, correr, sufrir, dolerse,
todo por un poquito de paz y de alegría,
viendo a la gente, digo, no hay derecho
a castigarle el hueso y la esperanza,
a ensuciarle los cantos, a oscurecerle el día,
viendo, sí,
cómo la gente llora en los rincones
más oscuros del alma y sin embargo
sabe reír y sabe andar derecho,
viendo a la gente, bueno, viéndola
tener hijos y esperar y siempre
creer que van a mejorar las cosas
y viéndola pelear por sus riñones,
digo gente,
qué hermoso andar contigo
a descubrir la fuente de lo nuevo,
a arrancar la felicidad,
a traer el futuro sobre el lomo, hablar
familiarmente con el tiempo y saber
que acabaremos y de una buena vez por ser dichosos,
qué hermoso, digo gente, qué misterio
vivir tan castigado
y cantar y reír,
¡qué asunto raro!

Juan Gelman

4.25.2011

Ya no

Ya no será.
Ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme.
Nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber por qué
ni cómo nunca
ni si era verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.

Idea Vilariño

4.18.2011

Ya no recuerdo

De vos me quedó Estopa, y unos termos de café. No quiero lastimarte, pero es muy común en mí lastimar, lo otro es muy normal.
La gente como yo utiliza la noche para fumar, escribir, escuchar música, y tomar mate. La gente como vos, utiliza el día, somos diferentes pero todos vamos para el mismo lado.

Que feo decir la gente, es que si digo personas me suena a muerte. También me quedó el ruido de los trenes, las estaciones, y algún que otro suicida en la conciencia.
No me acuerdo de vos, sí, de todas las cosas que nos unieron, y por supuesto también las que nos separaron. Los mismos medios. La misma historia, irreversible, vos me entenderás. Ya lo dije el otro día, creo que no me escuchaste “lo que nos une siempre nos separa” ¿Verdad?

Nos quedó un hotel en retiro, teníamos miedo, perdón, tenia miedo, mucho.
Yo no tengo la culpa de ser así, te lo juro, yo nunca quise ser así, yo quería ser otra persona, en realidad, me hubiera encantado haber nacido en otro lado, y entenderán mis amigos, y mi familia esto que estoy diciendo, quizás otra hubiese sido la historia. Y no me estoy quejando, simplemente soy sincero.
Tengo un amigo que te conoce bien de cerca, sabes, y me habló de vos, te vio hace poco, dice que estás muy linda. Me contó que estás noviando, que dormís con él y que pensas en mí.

Siempre que viajo en micro, siento ese olor a cuerina que sentía con vos cuando dormías en mi hombro, como que está impregnado en cada colectivo, tu olor, se entiende, sea cual sea el colectivo. Tenga o no tenga asientos de cuerina.
Quizás los recuerdos me mantengan vivo, estoy muy mal, ya cansado, por momentos pienso que ya cumplí con todo, y que no tengo nada más que ofrecer.
Porque me cuesta mucho elegir un camino, no sé que hacer, tengo todo y no tengo nada. Y no puedo mentirte, amo la soledad.

Y te extraño, aunque ya no me acuerde con mucha precisión de vos.
Y me extraño, porque todos siempre nos extrañamos alguna vez.

Cristian Sena

4.15.2011

A veces

...pienso que soy el hombre más solitario que existe. Y eso no tiene nada que ver con la presencia de otras personas, de hecho detesto a los que me privan de la soledad y que, sin embargo, no me hacen compañía.
-¿Que quiere decir con eso?
-¡Pues que no valoran lo que yo valoro! A veces contemplo la esencia de la vida de una manera tan profunda que de repente miro a mi alrededor y veo que nadie me acompaña, que mi único compañero es el tiempo...




El día que Nietzsche lloró,
Irvin D. Yalom.

4.10.2011

Miradas

La niebla empaña mi mirada
y al pasar por el lago
ve dos cisnes felices
que escriben en el agua
un mensaje secreto
con mala ortografía y tinta seca
que yo puedo leer y tú no puedes.

Tú crees que son dos patos
que volando hacia el Sur
hacen tiempo en el lago
cebándose de pan
que les dan los vecinos.

Dentro de poco ya no estarán
mis cisnes ni tus patos,
yo seguiré nublado con la niebla
y tú verás más claro cada día.

Hilario Barrero

4.03.2011

En la escuela aprendió a identificarse


Cuando oía su nombre y apellido
(o su apellido y su nombre, como estilan)
–GONZALEZ FEDERICO
–¡Aquí! ¡presente!

Casi nunca faltaba, aunque su casa
distaba varias leguas de la escuela.
–¡Aquí! ¡Presente!
dijo Federico
un año y otro y otro… hasta los quince,
en que dejó el colegio en quinto grado.

“Ya soy grande, no puedo… Necesitan
´por mí´ para la chacra”
–¡Aquí! ¡Presente!
en el surco implacable del tabaco.

Cuando cumplió dieciocho le tocó
“servicio militar obligatorio”
GONZÁLEZ FEDERICO
–¡Aquí! ¡Presente!
–No diga “aquí”, soldado. Solamente
debe decir “presente”.
–Sí, señor.

GONZÁLEZ FEDERICO
–¡Aquí! ¡Presente!
¡Vamos a las Malvinas!
–¿Tiene miedo,
correntino?
–¡Ni nunca! –¡Aquí! ¡presente! …..

GONZÁLEZ FEDERICO. No contesta.

GONZÁLEZ FEDERICO.

Aquí el silencio.

Presente sólo el humo que delata.

Domingo Omar Godoy

Son cosas chiquitas...

No acaban con la pobreza
no nos sacan del subdesarrollo,
no socializan los medios de producción
y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá.


Pero quizá desencadenen la alegría de hacer,
y la traduzcan en actos.


Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad
y cambiarla aunque sea un poquito,
Es la única manera de probar
que la realidad es transformable.”




Eduardo Galeano

3.28.2011

Los nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano 
El libro de los abrazos

3.27.2011

Epitafios

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres y los que seremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre;
pienso con esperanza en aquel hombre
que no sabrá quién fui sobre la tierra.

Bajo el indiferente azul del cielo,
esta meditación es un consuelo.

Jorge Luis Borges  

Sólo un tablero de dirección

Maga, vamos componiendo una figura absurda, dibujamos con nuestros movimientos una figura idéntica a la que dibujan las moscas cuando vuelan en una pieza, de aquí para allá, bruscamente dan media vuelta, de allá para aquí, eso es lo que se llama movimiento brownoideo, ¿ahora entendés?, un ángulo recto, una línea que sube, de aquí para allá, del fondo al frente, hacia arriba, hacia abajo, espasmódicamente, frenando en seco y arrancando en el mismo instante en otra dirección, y todo eso va tejiendo un dibujo, una figura, algo inexistente como vos y como yo, como los dos puntos perdidos en París que van de aquí para allá, de allá para aquí, haciendo su dibujo, danzando para nadie, ni siquiera para ellos mismos, una interminable figura sin sentido.

Julio Cortázar